"Convertir un obstáculo en el trabajo de tu vida"
1 de mayo de 2024
Cada número de esta serie está encabezado por una fotografía. En esta ocasión, lo hace una que representa, sin duda, a su protagonista, y al amor incondicional por el ejercicio, las carreras, el deporte. Sí, el deporte, hoy cambiamos de tercio, como se suele decir, con Alfonso Díaz Ginés.
La conversación con Alfonso es a través de la pantalla. Desde la pandemia, no nos hemos vuelto a ver presencialmente, lo que no significa que no nos veamos virtualmente.
A Alfonso no le falta nunca una sonrisa y buenas palabras. Tampoco le falta esfuerzo, dedicación y 'constancia', entrecomillo esta palabra porque considero que le define muy bien, y es una palabra que, en estos tiempos de inmediatez y velocidad, la practicamos poco.
Y sí, Alfonso trabaja en el mundo del deporte, mundo que tiene muchas acepciones, pero como estamos en Gente que Cuenta, este mundo lo vamos a aterrizar a lo cotidiano, a lo que nos llega a cada uno, al deporte que podemos hacer, o no, en nuestro día a día, y en cómo ello nos afecta en el resto de nuestra vida, porque no estamos hablando de otra cosa que, de cómo tratamos a nuestro cuerpo y de cómo esto se refleja en nuestra 'cabeza', en nuestra mente.
Nos calzamos las zapatillas y nos lanzamos a esta charla con Alfonso Díaz Ginés, que tiene mucho que contar y también que inspirar ¡A por ello!
¿Quién es Alfonso Díaz Ginés?
Un apasionado del deporte y la salud. De sus hijos. Alguien que siempre ha querido ser entrenador y lo ha conseguido.
Me llevó a ello una enfermedad. Siendo pequeño perdí la visión del ojo derecho y también la movilidad de la mano derecha, perdí sensibilidad, tenía fuertes dolores de espalda y los médicos no daban con el problema. Tenía entonces unos trece años, ¡imagina! Sentía que no daban con la solución y que no lo iban a hacer. Escáneres para descartar tumores, inyecciones de analgésicos para los dolores de la artrosis en la espalda. Con un diagnóstico que pasaba por estar en silla de ruedas a los 40 años.
Como en muchas ocasiones las pistas para atajar las dificultades no están muy lejos. Mis referentes son mis tíos, los hermanos de mi madre, entre ellos hay campeones del mundo, de Europa, olímpicos y como estaban bien relacionados, un amigo de uno de ellos que había estudiado medicina en Estados Unidos y otro tipo de disciplinas en China, me vio justo cuando estaba pasando por un proceso agudo. El diagnóstico tampoco fue como para tirar cohetes, no me iba a curar, porque en la actualidad no estoy curado, pero sí entendí, dónde estaba la dificultad y qué podía hacer para mejorar. Esto, dicho así, puede parecer sencillo y no lo es en absoluto. Me abrió un mundo de posibilidades, todo consistía en comenzar a ejercitar mi cuerpo, movilizarlo, hacer ejercicio, ejercicios 'tontos', ejercicios sencillos, hacer deporte. Un mundo desconocido para mí y del que finalmente he hecho mi profesión.
Para mejorar un problema neurológico vamos al quirófano a operarnos, en mi caso, comencé a hacer ejercicios diarios, sencillos. Mi pareja es médico, ¡imagina!
Alfonso me explica como la medicina afronta los problemas físicos, salva vidas y nos resuelve situaciones más o menos complejas, una hernia discal, un ictus, un derrame, en su caso el proceso degenerativo de la columna con 13 años: Hipercifosis. La Hipercifosis es una enfermedad de la columna que afecta a muchas personas en todo el mundo. Puede causar dolor, limitar la movilidad y afectar significativamente la calidad de vida. La causa es una curvatura excesiva de la parte superior de la columna. Artrosis precoz... y eso va a más.
Así que, entre unas cosas y otras encontré la solución en fortalecerme, y tratar de mejorar el desequilibrio de mi musculatura, que puede venir de nacimiento, ‘mi cuerpo estaba torcido’ y con ejercicio conseguí ganar en equilibro y al estar 'recto' el proceso comenzó a evolucionar de distinta forma, ha ido más lento. Las migrañas han mejorado muchísimo, las sigo teniendo, más leves, me duran menos y no me llevan al hospital. Noto el deterioro, claro, ya tengo una edad.
Con las clases, entreno. El entrenamiento me va bien y me mantiene en forma. Desde febrero, como hago menos entrenos, estoy algo regular (20 horas semanales de ejercicio). Tengo algún dolor más porque he de compatibilizar la gestión en el trabajo con el entreno personal.
No te preguntaré de dónde viene la vocación por el deporte. ¿Cómo comenzaste?
He sido dueño de algunos gimnasios, ahora los estándares de las cadenas de franquicias, han revolucionado este mundo. La forma de trabajar es diferente, los estándares son concretos y no es fácil salirte de ellos, cada persona tiene su función. Mi visión es algo diferente, me gustan los equipos con funciones polivalentes, donde las funciones puedan compartirse.
¿Y cómo ha evolucionado la conciencia en cuanto al ejercicio físico?
Ha evolucionado mucho, tenemos mucha más conciencia de hacer ejercicio por salud. Antes la gente iba al gimnasio para adelgazar, para el verano, para ‘caber en el vestido’. Ahora, el argumento ha cambiado por el de encontrarse bien. Se trata de encontrase bien no sólo físicamente, también mentalmente. Ya desde hace tiempo, la vida que llevamos no lo pone fácil y en muchísimos casos, cuando llegan al gimnasio es para reconciliarse física y mentalmente. En la locura de vida que llevamos, la gente quiere salir del estrés y encuentra refugio en el ejercicio. Esto lo veo mucho. Además, no se trata de esa imagen de gimnasio con máquinas de última generación, se trata de esos ejercicios funcionales que hacen que pongamos la cabeza a funcionar para hacer ejercicio de forma consciente. Si no haces ejercicio con cabeza, tu cuerpo también lo notará. Esto es lo que se impone en la actualidad, hacer ejercicio con concentración al hacer las rutinas, realizar el trabajo de forma consciente, entendiendo la técnica, lo que hay que hacer, si no, hasta puede ser perjudicial.
¿Y cómo afecta la tecnología a tu actividad, qué desafíos has superado?
Ahora las cosas han cambiado, y tienen, como todo, su aspecto positivo y negativo.
Llego a través de internet a gente que está lejos, en Boston, en Asturias, hago clases colectivas (5 o 6 personas), y entrenamiento personal. Uso las apps para hacer las tablas. Llego a más gente que no puede desplazarse al gimnasio.
He de decir, que son enfoques diferentes. Hay gente que viene después de haber estado consultando por internet, qué ejercicio hacer para resolver alguna molestia, buscan los ejercicios y hacen auténticas locuras, cosas muy raras (se ríe) busca por internet qué ejercicio, porque hacen una mala interpretación y consiguen sobrecargas, lesiones y perjuicio para su cuerpo. Se trata de construir la casa por los cimientos, no comenzar por el tejado. Y practicar la paciencia, para no obsesionarse con los resultados inmediatos. Constancia.
Esto me hace pensar si, además, ¿Hay mucho intrusismo en este sector?
Sí. El ejercicio no sienta ni bien ni mal ni regular, depende de cómo lo hagas. La consecuencia es que te sienta mal o bien. Si hacemos las cosas sin conocimiento nos lesionaremos. El problema es que es necesario tener una cualificación para trabajar. En preparación física existe el preparador físico, es como si un médico sólo se dedicara a poner inyecciones. Pero la realidad es que el medico está para otras cosas, alguien que ha hecho educación física, puede ser entrenador de un equipo profesional o profe de gimnasia en un cole, sin embargo para ser entrenador personal, antes lo podía ser cualquiera. Ahora ya exigen disciplinas específicas que hacen que, la mayoría de los profesionales estemos cualificados. Esto pasa en otras muchas profesiones.
Me gusta observar cómo se hacen las cosas en el gimnasio y cuando veo que algo no se hace bien, lo digo, pregunto, el equipo tiene que estar formado cuando da clases. Tenemos en nuestras manos el físico de las personas que vienen.
¿Cómo se regula el sector?
Hasta hace poco, no había estudios específicos. Ya no es así, la capacidad profesional se tiene que demostrar y existe la correspondiente cualificación profesional. Desde mi punto de vista, aún queda por hacer.
A la vista de lo anterior, como profesional con enorme experiencia, y emprendedor ¿los aprendizajes han sido muchos?
Sobre todo reinventarme. Siempre tuve claro que lo que quería era esto. Desarrollé una idea, entorno al negocio de los gimnasios (el primero en 1999), lo he hecho de forma tradicional, con grandes inversiones y con pequeñas. También he incorporado la formación (en 1996), y vas viendo que son ciclos, pasamos por modelos en los que lo que prima es la enorme inversión en máquinas de todo tipo y después a modelos donde todo esto no es necesario y se prefiere un ejercicio personalizado, dedicado, más funcional y sobre todo personalizado.
He cometido errores e intento aprender de ellos ahí soy un poco como los americanos, leí hace poco una historia en la que alguien que tenía que buscar un médico, eligió al que menos se había equivocado en su carrera y tal cual le dijeron que ese, precisamente era el menos experto, aquellos que más se han equivocado son los que acumulan más experiencias de lo que se debe y no se debe hacer. Me identifico mucho con los pilotos de carreras, cuando estás al límite, y das una vuelta de campana, para la próxima, la experiencia te valdrá para quitarte el miedo al fracaso.
¿Y qué impacto tiene esto?
Trabajar en el ámbito del deporte, poniendo foco en la salud tiene un impacto significativo. Sobre todo en las personas según van cumpliendo años. Te pongo un ejemplo:
José Manuel (90) años va a hacer el camino de Santiago con sus 7 nietos. María no se levantaba de la silla, si no se apoyaba, no tenía fuerza para levantarse, una vez no pudo hacerlo y su hija la encontró 24 horas después sin haberse podido levantar. José Manuel se rompió los hombros al caerse porque perdió el equilibrio y al poner las manos se destrozó. Al principio hizo rehabilitación y descubrió la mejora física y después ha querido seguir entrenando, va cada día al gimnasio, con mucha fuerza y entusiasmo (sube un cajón de 50 cm con peso).
A María la entreno en base a ejercicios de fuerza para que pueda levantarse de una silla, sin necesidad de apoyarse e incluso pueda hacerlo con peso, y lo ha conseguido. Para ella levantarse y mantenerse en equilibrio con peso de 6 kilos es un logro (detrás está su autonomía, ser independiente) es fundamental.
Es fundamental hacer ejercicios de fuerza, ya hay muchos estudios que lo demuestran. Lo que hace el ejercicio de fuerza es acelerar el metabolismo, las articulaciones están más protegidas, ganamos en equilibrio, más musculatura. Poco más que decir.
Es importante tener conciencia de la relación ejercicio y alimentación. Directamente, a más ejercicio más importante la dieta con la que te alimentas. Los profesionales son 50% de cada. Y la gente paga por hacer ejercicio y por los suplementos, la ropa y las zapatillas, pero suele comer mal.
Y mirando hacia adelante, ¿Cuál es tu visión del futuro de tu sector?
Lo visualizo con espacios más reducidos, también los costes, eso me gustaría, la tecnología muy presente, me da un poco de miedo la IA, sabiendo usarlas puede ayudar mucho, por ejemplo, ahora tenemos que explorar pero próximamente le darás instrucciones y te dirá como hacer los rutinas, porque buscará información sobre la biomecánica humana, de forma que le pedirás cómo hacer un ejercicio y la respuesta, será lo que tú hagas. Depende de lo que le preguntes te responderá, ¿tendrás riesgos de lesión? habrá que explorar más. A día de hoy los entrenadores personales entrenan a los profesionales y las tecnologías las usamos para potenciar ciertos parámetros. Dispositivos de toma de medidas, por ejemplo, relojes que toman estadísticas y con ello, nos dan información.
Ya tengo una edad, me gustaría que me dejaran hacer en mi trabajo, usando la IA en aquello que considere para mejorar determinados ejercicios.
¿Te mojas? ¿Cómo están afectando las decisiones político-económicas a tu sector y al perfil de negocio que representas? Los autónomos, por ejemplo.
Se entorpece mucho en todos los sentidos, porque legalmente hay muchas trabas y bastantes incoherencias. Como en otros sectores. Lo que sale en el telediario muchas veces no llega a los ciudadanos.
A veces pienso en irme a otro país, con tres hijos ni me lo planteo. Quieren corregir la ley del deporte y la gente que decide no entiende y tomarán decisiones sin conocer el sector. No pasa sólo en éste.
El Futuro según Alfonso Díaz Ginés
Soy muy crítico, y quizá con los años me esté haciendo gruñón, hablo con mis clientes y amigos y comentamos que somos muy críticos con la sociedad actual. Pensamos en jóvenes con más valores, pero también en muchos otros poco comprometidos, débiles, pero también veo a mi alrededor personas, jóvenes, en situaciones tremendamente difíciles, con las que no es fácil trabajar, y ahí es donde veo todo lo que aún hay que hacer y en lo que puedo influir.
¿Y qué te inspira en la batalla diaria?
Me inspira María, a sus 87 años, que se va contenta de los entrenamientos. Ser ejemplo para mis hijos, También cuando compito, siento inspiración, demuestro a mis hijos que no hay que hacer las cosas por ganar, sino por el afán de retarse, de evolucionar, de superarte, por la salud física y la mental. También por disciplina. Por gestionar la frustración (sé que no voy a ganar porque no es mi prueba, ni mi edad, y salgo a correr y soy feliz). Por mi hija de 16 años, que poco a poco va entendiendo, en una edad tan difícil hoy en día.
¿Cuáles son tus apoyos significativos?
Soy un poco 'mejillón'. Tengo un sito especial donde voy a buscar respuestas. En el campo.
¿Y cómo concilias? Eres padre...
Hago lo que puedo, y doy gracias a la empresa en la que trabajo, me ha facilitado mucho las cosas después del nacimiento de mi hija. Antes también lo he tenido relativamente fácil porque era el dueño, me llevaba a veces a mi hijo a la oficina.
Alfonso, ¿Qué les das a tus clientes que te siguen tanto?
No lo sé, quizá ser yo. Hace poco me dijeron: "Alfonso, te apasiona lo que haces" y debe ser eso… soy de los poco que trabajaría gratis si no tuviera que dar de comer a tres hijos. Me encanta y eso se nota.
Algunas personas encuentran refugio en el trabajo durante los tiempos difíciles. ¿Cómo ha influido tu trabajo y tus proyectos en tu bienestar emocional?
Tiendo a encerrarme, pero doy las mejores clases el día que no es el mejor… y más sufro, me vengo arriba. No me gusta llamarlo refugio, pienso que no puedo transmitir más negatividad cuando las personas ya vienen con sus problemas. Podría ser un lastre pero lo convierto en un estímulo, positivo. Doy la mejor clase para ellos y doy lo mejor de mí. Dejamos todos los problemas fuera, y lo verás diferente cuando salgas de la clase. Dar clases llorando, pues sí… se difumina porque sudas…
Te ha influido la edad en este trabajo. ¿Esto es para 'jovenazos' o es un nicho de mercado?
Como todos los deportistas, la edad cuenta… Es cierto, a mí me ha costado, con 40 años tuve que enfrentarme a un batacazo profesional y tuve que volver al mercado, el mercado te echa y en este sector por la edad no tienes opción, es así de duro. He conocido a personas que te dan la oportunidad, luchando y esforzándote. Arriesgando y siendo valiente. Y me motiva, trabajar con gente más joven y tener más aguante.
¿Te pongo en un compromiso si hablamos de igualdad en este negocio?
No voy a ser políticamente correcto y voy a de decir que no la hay, sin más. Por más que queremos, yo veo desigualdad y desequilibrio.
Proyectos Futuros...
El proyecto actual, en la medida de lo que de mi depende, tengo que ver cómo van las cosas.
Cuéntame para terminar un libro y una canción, que te gusten especialmente…
Una canción: Land of confusión, de Génesis. Phill Collins es mi cantante favorito y esa canción fue de las primeras que escuché en mi vida, además me ha acompaño en mis competiciones, ¡me motivaba!
Un libro: El secreto de Brenda Barnaby
(no he leído el libro, pero busco alguna referencia y “trata sobre la ley de la atracción. Somos y atraemos lo que pensamos, para bien o para mal” Me resulta inquietante, sin profundizar más… pero me lo llevo a mi concepto de ‘visión’: Cuando visualizas las cosas, inconscientemente ponemos en marcha un mecanismo que, nos aproxima a ese objetivo.)
Justo aparece su hija pequeña, reclamando su atención porque se ha hecho tarde… Me despido de Alfonso después de charlar durante casi dos horas. Me impresiona cómo las personas encaramos los problemas de maneras tan diferentes.
Si Alfonso es ejemplo de algo, es de tesón, y de afrontar las dificultades, sin ellas, no estaría aquí. Los valores de cada persona son los mismos, si bien, en contextos y con diferentes recursos, los resultados pueden distar enormemente. En este caso, la superación propia, para inspirar a los demás, con mucho trabajo, y mucho sudor (nunca mejor dicho) nos deja el ejemplo de que se puede llegar muy lejos a pesar de las adversidades. La trayectoria de Alfonso, lejos de ser sencilla ha sido de superación, su visión de la vida, sus valores, son fuente de inspiración y motivación.
Si te ha proporcionado inspiración, te ha hecho pensar, o te ha removido algo ¡misión cumplida! Hasta el próximo mes GENTE QUE CUENTA.